lunes, 30 de marzo de 2015

NO A LA PROFECIA AUTOCUMPLIDA


La Profecía autocumplida es una creencia errónea e impuesta, que puede afectar
profundamente a la persona que se ajusta a la expectativa que otras personas
 o grupo social tienen sobre él o ella, condicionándola, tanto en forma
negativa como en forma positiva. De esa forma la persona en cuestión
tendrá conductas sobreadaptativas y verá en cada hecho de su vida que
este "rótulo" se consolida con el tiempo y la repetición. 

Ej: Te vas a caer, sos torpe como tu padre, siempre te caes 
y la persona obviamente se cae
Ej: Sos fuerte como yo, siempre lo fuiste, vas a ganar la carrera
y la persona gana la carrera

 Esta impronta se remonta a la infancia y tiene que ver con la crítica o con
la aprobación de padres, maestros, familiares y referentes importantes.
Se la suele ligar al Efecto PIGMALION, mito en el que un escultor se
enamora tanto de su obra que finalmente, esta se convierte en humana.




En la mayoría de los casos la valoración es negativa y va limitando a
quien la padece, involucrando muchas veces aspectos religiosos, socio
económicos y raciales. Así nos vamos formando un mapa acerca de las
personas de las que esperamos recibir bondad y de las que no esperamos
 nada. Todos nos hemos formado a base de prejuicios en un vano intento
por comprender la conducta humana y anticiparnos. Pero caer en juicios
absolutos siempre es un gran error. Muchas veces nos sorprende eso que
 no esperábamos del otro de la familia o del grupo.


Si la expectativa es muy alta sofocará la libertad de elegir.
 Si los padres tienen una alta expectativa
acerca de un hijo, este hará o dejará de hacer lo que sea para no defraudar
a sus padres. Son los casos de familias en donde hay una predeterminación
que se impone por el nombre, el linaje, el status o el prestigio social.
Si el hijo de 4 generaciones de abogados desea ser músico o bailarín
tendrá que enfrentarse al dilema de renunciar al deseo,  para seguir siendo el
próximo abogado de la familia o renunciar al clan para cumplir su deseo.

Otro caso sería el de la valoración negativa y el juicio implacable, que
nace de la crítica y de proyectar en el hijo toda la sombra. Por ej. vas a 
ser borracho como tu padre, o me hacés acordar a la loca de tu madre, etc.
Estas sentencias repetidas se van imprimiendo en la conducta como
el único camino posible y romper este mandato también tiene su costo.
PERO ES ABSOLUTAMENTE NECESARIO 

Los hijos no están destinados a paliar las frustraciones de los padres, ni
tienen que ser moldeados con tanta rigidez. Estas profecías sobre un futuro 
que ya fue escrito deja a la persona sin libertad de desplegar sus alas.
Es una fuente constante de limitación y de energía estancada.
Como educadores, padres o cuidadores tendremos que ser prudentes
en cuanto a aprobar o desaprobar usando las palabras adecuadas.   

A veces los padres en su intento de evitarles a los hijos el dolor que 
ellos padecieron, terminan ejerciendo una enorme presión sobre ellos
por lo cual no se trata de culpar, sino de entender el origen de todo esto.

A principios del siglo XX, hubo en Argentina una masiva inmigración
de europeos, muchos de ellos analfabetos muy pobres y trabajadores. 
Llevaron vidas muy difíciles con largas jornadas de duro trabajo 
con el dolor del desarraigo a cuestas y viviendo en la pobreza. No querían
obviamente el mismo destino para sus hijos, en especial los varones. 
En esa sociedad que se expande entre el campo y la ciudad surge una 
obra M¨HIJO EL DOTOR de Florencio Sanchez.


En ella se aborda un enfrentamiento generacional entre un padre casi
analfabeto, cuyo sueño era el ver a su hijo convertido en Médico, carrera 
sumamente valorada en ese tiempo. 
Yo no sé si el hijo quería ser doctor, pero en otro tiempo el mandato
paterno no se discutía y las opciones por supuesto eran distintas.

De manera que frente a cualquier PROFECIA seremos cautelosos
si es positiva se le agregará una impronta personal y única.
Si es negativa se someterá a duda y habrá que hacer el esfuerzo de
contraargumentar. Toda valoración ajena debe ser relativa y nunca debe
limitar un profundo deseo de expresarnos tanto si elegimos una
relación que es desaprobada, una carrera que es criticada o
simplemente otra manera de experimentar la vida.

Como dice Alejandro Jodorowsky, 

NO HAY NADA MAS
EXTENUANTE QUE SER LO QUE NO SE ES.

De manera que siempre hay que hallar la forma de hacer una 
AUTOVALORACION, priorizar las propias decisiones y aceptar las
consecuencias, aliviando el peso de la crítica que siempre estará presente.





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