jueves, 11 de junio de 2015

JUGUEMOS EN EL BOSQUE

Este es un relato que escuché hace algunos años, pero vale la pena 
compartirlo. Sucedió en esos retiros espirituales que suelen organizar 
algunos Colegios, con fogón incluído, ronda de mates, chistes y juegos. 
Ya era de noche y el último juego consistía en separarse y dispersarse
en el inmenso parque y munidos con linternas debían sortear los 
árboles y reunirse para volver al lugar del que salieron. Aclaro que
 nadie consumió alcohol, ni porro ni sustancia psicoactiva ya 
que se trataba de un colegio católico, varios coordinadores 
estaban dispersos en el parque, ya que nadie conocía el lugar.

Este relato me viene de una chica adolescente de unos 16 
años que no conocía la existencia de elementales, ni sintió
miedo alguno que la predisponga a "alucinar"

 El primer hecho que le llamó la atención era que en medio
de la oscuridad había una zona, levemente iluminada.
Entonces se acerca, pero cuando lo hace un compañero
pasa por al lado de ella y pese a alumbrarla con la 
linterna "NO LA VE" ella lo llama por el nombre pero
el "NO LA ESCUCHA" un poco extrañada se dirige 
hacia la zona iluminada y en ella ve con claridad a 
3 hombrecitos sentados sobre un tronco.

LOS VIO CON CLARIDAD ERAN TRES Y PEQUEÑOS

Primero pensó que eran cuidadores del lugar, pero todos
tenían un aspecto extraño, algo similar a la fisonomía de  
los enanos, pero hombres grandes de baja estatura y piel
oscura. Los tres estaban en silencio, sentados, hubo
un cruce de miradas, nada más.

Ella no sintió temor, parecían estar tranquilos
descansando, sin hablar entre ellos.


Cuando estuvo a punto de acercarse para preguntarles
dónde quedaba la casa, una compañera la encuentra y
  juntas vuelven. Ella le cuenta el episodio a su compañera
y la lleva hacia el tronco, pero ya no estaban.  

Además del hecho de "no ser vista" por un compañero
que la alumbró con la linterna a 10 cm de distancia,
la noción del tiempo también se distorsionó un poco
porque había transcurrido más de una hora. 


Algunos pueden creer o no en su existencia y muchos
promueven su Invocación, yo creo que hay que 
respetarlos, sin interferir en su razón de ser y 
respetando el Mundo que compartimos. 




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