jueves, 25 de junio de 2015

MIRMIDONES, LA RAZA que suplantó a la humana.

Siempre en la mitología griega, los reyes tienen el linaje de los dioses.
 Así fue con el rey Eaco, su madre una hermosa ninfa llamada Egina
fue deseada por Zeus quien toma la forma de águila para raptarla
De esta unión nace Eaco, quien reinará la isla que llevará el 
nombre de su madre Egina. Pero ser hijo de los dioses también
podía desatar grandes males y así fue cuando Juno, esposa de
Zeus, conoce la existencia de este hijo.  

Eaco, fue el más querido y justo de los mortales, venerado por
sus súbditos, respetado por su sentido del honor y la justicia,
reinó su isla, hasta que Juno desató sobre ellos una peste.

"..parecía que el cielo caía sobre la tierra y espesas nubes se
cerraban sobre un aire recalentado que infectó pozos, el mal
afectó primero a los animales que comenzaron a caer exhaustos
perdían su fuerza y nadie peleaba entre sí, languidecían y se
 morían. La enfermedad después atacó a las gentes del campo
  con un calor asfixiante que apenas los dejaba respirar,
los hombres no soportaban el calor de sus ropas y dormían
en el suelo, pero ellos calentaban el suelo donde yacían
  y nada los refrescaba, ni el agua. Los sofocos encendían las
mejillas,, la lengua se volvía áspera y se hinchaba y la boca
se quedaba abierta jadeando por la falta de aire. Mientras la
  brisa traía los olores de los cadáveres que se amontonaban.

Sin fuerzas morían extenuados, algunos huyeron de sus
hogares pensando que así los salvarían del contagio, pero fue
en vano, deambulando moribundos muchos hombres caían
en las calles y en los campos. Otros morían tratando de 
calmar en vano su sed, algunos pidiéndole a Zeus que los
ayudara, entonces todo respeto y esperanza se perdieron.
Se terminó la madera para hacer las piras funerarias y
ninguna generación, quedó para recordar a otra.

Para mayor castigo sólo Eaco y su hijo sobrevivieron
a la gran calamidad de ver a todos los hombres morir.
En ese estado de pie frente al altar Eaco dijo:

"Oh Júpiter, si realmente eres mi padre y no te avergüenzas
de tu descendencia, devuélveme a mi pueblo o llévame "
Oyó un trueno y de un roble dedicado a Júpiter observó a  
 miles de hormigas que subían y bajaban transportando 
granos, viendo su laboriosidad y su número, Eaco clamó:

"Oh padre dame ciudadanos tan numerosos como estos y
repuebla mi ciudad vacía ", el roble se estremeció y
Eaco, exhausto intentó dormir. Ya era de día cuando 
las hormigas comenzaron a cobrar tamaño y volumen.
Desaparecieron sus formas, algunas de sus patas y su
color negro y tomaron forma humana. 
Así nacieron los MIRMIDONES de -myrmex, hormigas-
y son una raza diligente, laboriosa, tenaz que enfrenta
cualquier dificultad a la manera de una sociedad organizada.

EACO, volvió a ser el Rey justo, piadoso y recto que 
repartió generosamente tierras, casas y riquezas y
repobló su reino. Los mirmidones fueron el ejército de
Aquiles y Eaco no llegó a ser inmortal, pero mora en el
Hades como uno de los jueces del Erebo. 



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