domingo, 12 de julio de 2015

NAMASTE


El uso de Namasté se ha extendido mucho en los últimos tiempos.

Se dice Namasté indistintamente para expresar agradecimiento y saludar,
 en muchos casos y a través de la Web este saludo cierra un intercambio de opinión. 
Muchos dicen que tiene su origen en la India y que se difundió en Occidente junto 
con el aprendizaje de estudios filosóficos, la Medicina Ayurveda y el Yoga, 
aunque en Japón también tiene una versión bajo la forma del Gassho 
saludo habitual en el ámbito del Reiki.  

Entre los practicantes de Yoga esta palabra se hace con un Mudra
que consiste en juntar ambas palmas de las manos y llevarlas a la altura del 
corazón, a veces se acompaña con una leve inclinación de la cabeza en señal de 
respeto y se utiliza al final de cada práctica. 


En el Hinduísmo juntar las manos tiene un profundo 
sentido , él fusiona

la planta de los pies de Dios -mano derecha- 

la cabeza del que siente su Presencia -mano izquierda.

Cuando rezamos en Occidente inconscientemente también juntamos
  las palmas de las manos e inclinamos la cabeza en señal de respeto. 

La Virgen de Lourdes usa este Mudra.



Los MUDRAS además tienen la virtud de alinear en el cuerpo ciertas energías
para equilibrarnos, haciendo este Mudra inevitablemente nos sumimos en nuestro 
Interior y nos liberamos del Ego, nos serenamos y al intercambiarlo con otro 
le estamos enviando un hermoso mensaje.


Mi Divinidad, el Dios que habita en mi, reconoce y saluda a 
tu Divinidad o al Dios que habita en ti, sin diferencia alguna.


Namasté hoy no discrimina entre Cristianos y Budistas,
 va más allá de toda diferencia. Por un momento se produce una 
TREGUA, conectamos ambos hemisferios muy cerca de los latidos 
del corazón, la mente se serena, no hay rivalidad ni contienda,
 porque el Ego está en silencio.

No importa cuál sea tu creencia, todos llevamos a Dios y no caemos en la
arrogancia de imponer nuestra creencia a nadie, en ese momento el saludo 
reconoce a mi Dios, a tu Dios sin valoración y sin soberbia, la inclinación 
de la cabeza denota ese respeto por el Otro. 


Esa es la Magia de Namasté, decirnos en un lenguaje sin 
palabras que Dios no se limita a ningún Credo, que el límite 
está en nuestro Ego y que él, ella o ambos son Energía Universal 
tomando distintas formas. 


NAMASTE

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