Las velas rojas evocan a las emociones más profundas, porque
tienen el color de la sangre y del fuego. Se las utiliza en rituales
de amor y de invocación de pasiones y deseos.
Incitan a la acción, es aconsejable para personas inseguras
que tienen dificultad para concretar sus objetivos.
Cuando quieras llevar un proyecto hacia adelante
encendé una vela roja. Cuando sientas el pulso débil
o la tristeza te cierre los caminos, encendé una vela roja.
Ella estimulará el sistema nervioso, la circulación y
la fuerza del corazón. Ayudará a superar obstáculos
y bloqueos, a veces le damos demasiadas vueltas
a un asunto pendiente y lo postergamos, si repetimos
esta conducta el resultado es una acumulación de
asuntos pendientes que terminan socavando el ánimo
y la autoestima provocando frustración y miedo.
Una de las maneras de romper estos bloqueos es
aclarar el objetivo (hacerlo posible) y encender una vela roja.
Ella portará la energía masculina de Marte, se puede
reforzar esta intención encendiéndola durante el día Martes.
Puede acompañarse con cualquier planta que tenga
espinas como sábila, cactus o rosas rojas.
Su esencia puede ser de rosas, mirra o sándalo.
En cuestiones de amor hay que tener especial cautela
con estas velas. Su mal uso puede desencadenar más
ira, celos y deseo de venganza.
Cuidado con eso, antes de lanzar un deseo hay que
tener en cuenta que siempre, de una u otra manera
vuelve. No en tiempo, ni en forma, pero vuelve.
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