Como el SOL
que nace cada día y descansa por la noche, en la Luna
Que irradia su luz y su calor sin preguntar cómo ni dónde
Que ríe en el milagro de todos los árboles y las flores
Que no discrimina ni juzga a quien alumbra
Que ama a todas las criaturas de esta y de
otras Tierras
Que hace aquello que está destinado a hacer sin temor,
ni vacilaciones
Que se expande en las arenas del desierto
Que vive en el milagro de la Vida e ilumina los caminos
Que aleja a las penumbras y que no espera nada
Como el Sol, seamos un poco como el Sol de cada día
y de cada atardecer.
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