sábado, 15 de agosto de 2015

PERDERSE y el ALZHEIMER

Perderse puede ser una forma de encontrarse en un lugar distinto 
y de aprender a caminar un sendero nuevo. Si de tanto en tanto no
experimentamos esa sensación de "perdernos" no sabríamos cuánto
espíritu hay que encender para encontrar una Luz que nos guíe.
Estar perdidos es estar en una zona oscura y no saber qué hacer.

En los finales felices encontramos la salida y nos sentimos más
fuertes que antes, hemos superado con valor una especie 
de prueba y tendremos algo interesante para contar o recordar.
En otro final posible, somos encontrados y nos sentimos cuidados
aunque algo vulnerables, pero nuestra ausencia movilizó recursos.


En otro final posible sabemos que perderse es un comienzo y
que no hay forma de predecir si hay un retorno.

Esa es la sensación de tener frente a nosotros a un amigo
muy querido que dejó de ser la persona que conocíamos.
Poco a poco se "pierde", su voz se hace más baja, los 
diálogos son breves y las repeticiones cortan un silencio.

La expresión tampoco es la misma, faltan emociones y
sobreviene una especie de estupor y algunas lágrimas.


Por eso jamás hay que hacerle notar estos fallos.
Si olvida un nombre, diremos que también lo olvidamos
si altera una historia, la escucharemos sin corregir.
Repetiremos nombres o historias con un solo objeto
de recuperar algo de la memoria, para que no se 
vaya tan pronto. Si olvida quienes somos, seguiremos
el juego y buscaremos algún lugar para esconder
el dolor que sentimos. Inventaremos un juego simple
de palabras o de figuras o recurriremos a la Música.

Ahí donde nuestro amigo se pierda encontraremos
otro aspecto de nosotros, será oro o lodo lo que salga, 
pero nada será como antes y esto es el comienzo.


NADA SERA IGUAL 
Ni para este querido amigo ni para nosotros. El tendrá
destellos y sentirá enojo o tristeza, tratará de huir o se
mantendrá en silencio, ocultando sus olvidos.

¿ Y nosotros ? Empezaremos un duelo sin nombre, nadie
sabía de qué se trataba "perderse" en estos laberintos
de memorias remotas y olvidos presentes. En el mejor de
los casos buscaremos información, ayuda, contención y
haremos lo necesario para poder decir  ACA ESTOY.

Y asistiremos con sorpresa a la disolución de enojos 
viejos, reproches y rencores que ya no tienen lugar en
un tiempo que empezó a ser regresivo e impredecible.

No hay tiempo que perder....

Tendremos que ensayar muchas sonrisas
para poder decirle a este amigo

" No te aflijas, si uno de nosotros se pierde
acá estamos para encontrarlo....te doy
un beso, dormí tranquilo. Soñá lindo,
mañana (siempre debe haber un mañana)
te llamo o voy a verte, te quiero mucho...."


" Si no nos encontramos en las vigilias, tal vez nos
encontremos en los sueños de tu infancia...."

Y el "perderse" será no saber que habrá otro día,
pero mejor es agradecer un buen momento y 
desear que haya tantos como sean posibles.


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