jueves, 8 de septiembre de 2016

CRUENTOS, Sol, Luna y Talia I

Hay clásicos de la literatura "infantil" que han llegado hasta nuestros 
días narrados por autores como los hermanos Grimm, Perreault,  
atribuídos a autores anónimos o a la simple transmisión oral. 

Casi todos han sido difundidos por las películas de Disney
y sin preguntarnos demasiado acerca de su veracidad los hemos
divulgado de una generación a otra. 

Cenicienta, Blancanieves y los 7 enanos, Rampunzel y otros
parecen ser historias inocentes en las que la protagonista
siempre es una princesa boba que espera a un príncipe
rescatista. Las malvadas en general siempre son las 
madrastras o mujeres ancianas y los héroes siempre 
son hombres jóvenes, de más está decir que en principio
los cuentos aún en sus versiones lindas son explícitamente
machistas y clasistas , la heroína que casi siempre es
de la nobleza es rescatada o entregada como botín de
guerra al príncipe o al aventurero que se queda con ella.
Y así terminan siendo felices para siempre.

LA BELLA DURMIENTE


¿ Quien no conoce este cuento ? La princesa maldecida por
un hada que no fue invitada a celebrar su nacimiento
es condenada a un sueño de 100 años, de la que sólo
un príncipe la despertará con un beso. 

A la edad de 16 años ella se pincha con un huso cayendo
en un profundo sueño del que nadie puede despertarla y
su padre incapaz de enterrarla la deja yaciendo en su cama.
No sabemos cómo el cuerpo quedó incorrupto, pero la cosa
es que un apuesto príncipe que cazaba por el lugar descubre
entre la maleza el castillo abandonado de la Bella Durmiente
y fascinado con su hermosura, la besa y ella despierta.

Con lo cual queda otra vez inscripta la impronta del príncipe
rescatista y la princesa boba cuyo único mérito es ser bella.

 Hasta ahí la versión que madres y abuelas han contado
a sus niñas, dejando en ellas una ilusión de espera al
hombre que vendrá a rescatarla de algo.



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