VARICES, Aprender a delegar

Mucha gente padece de várices pero no lo sabe, no se trata solamente 

de un problema estético, tener várices indica una falla en la 

circulación sanguínea que se hace visible por la fragilidad

capilar. Esas venitas que parecen mapas son un indicio.

El problema se produce en el retorno venoso y en la calidad

de las pareces de las venas y capilares que por falta de 

elasticidad o dilatación se rompen o retienen la sangre.

Esto produce dolor, cansancio, pesadez a veces calambres

localizándose mayormente en las piernas.

Hay un componente genético muy importante, hay

familias enteras con este problema, pero hay otros 

factores como el sobrepeso, el consumo excesivo de sal,

la edad, el embarazo, la menopausia, el sedentarismo y

otros factores emocionales que pueden provocarlo.

ASPECTO EMOCIONAL 

LAS VARICES tienen que ver con llevar más carga de la

que se puede soportar, con asumir todo el peso de la

responsabilidad sobre uno mismo.

Es estar preocupándose y ocupándose de todo, la 

mayoría del tiempo. Tener várices impide a la persona

moverse con libertad y soltura. Es como una condena.

Pero hay que aprender a DELEGAR

La sangre que fluye es la vida que avanza y si ella se estanca

está poniendo de manifiesto momentos de dolor no

superados, tristezas, broncas, emociones sufridas en

silencio y soledad. A veces hay que aprender a decir

BASTA, este es mi LIMITE

TENGO QUE ALIGERAR LA CARGA

y hacerse un replanteo, dejar de hacerse
MALA SANGRE

Cuando las várices impactan tanto la salud es porque
de alguna manera se perdió la alegría de vivir.
Porque hay demasiadas piedras en el camino y se han
perdido un poco las esperanzas.

La sangre como todo líquido debe fluir ...

Las várices tienen mucho que ver también con 
duelos, ausencias y pérdidas que no han sido
bien elaborados. Cuando el futuro es incierto, cuando
estamos vulnerables el miedo a avanzar en la vida
se hace presente en esta fragilidad capilar, pudiendo en
algunos casos ser un grave problema de salud.