En Argentina decir ¡ Uhh te agarró el viejazo !!! es lo mismo que decir,
estás mostrando signos de envejecimiento, o estás atravesando una crisis de
la mediana edad, pero mas simple, se suele escuchar bastante seguido,
sobre todo cuando una persona que ya pasó los 40 quiere hacer algo que
tendría que haber hecho a los veintitanto como comprarse una moto o
salir a bailar o vestirse en forma llamativa.
El VIEJAZO afecta por igual a hombres y mujeres y empieza con las
velitas de cumpleaños que se apagan anunciando que una década termina y
que
empieza la próxima, hagamos lo que hagamos es un hecho inevitable.
Algunos lo ubican a los 29, otros a los 39 y los más optimistas a los 49.
Podemos cambiar el look, teñirnos, renovar el guardarropa, ponernos piercing
o frecuentar otros lugares. De hecho en los hombres se manifiesta más como
una
negación que como una toma de conciencia. El viejazo coincide con la
independencia
de los hijos y la crisis de pareja, ambos despues de
los 40 tendrán cambios
hormonales, en ella aparecerá la
MENOPAUSIA y en el la ANDROPAUSIA.
La fertilidad tendrá su fin y los hijos ya crecidos harán que
el matrimonio
tenga más tiempo disponible para re-conocerse.
En algunos casos esto detona
una verdadera CRISIS que lleva a la ruptura
y
en otros casos, afianzará los
lazos, todo depende de
qué
haya que superar y cuánto esfuerzo aporte cada uno.
EL VIEJAZO EN LOS HOMBRES
El hombre al llegar a los 40 si se casó joven sentirá que se ha perdido de mucho
y tal vez se cambie el look, compita con sus hijos, se compre un auto llamativo
y empiece a cuidar de su aspecto pasando horas en el gimnasio. Si se quedó
con las ganas de vivir alguna aventura, puede ser que ahora se anime.
En algunos casos esa aventura tiene muchos años menos y se consolida
como una nueva familia con hijos y todo. Estas crisis suelen ser un antes y
un después en muchas vidas. También puede pasar que cansado de explorar
y al no poder -porque hay una bajada hormonal- responder sexualmente
como antes se decepcione. Las mujeres le parecerán muy diferentes a las
que conoció de joven, lentamente se tranquilizará y tal vez decida volver
a su casa, tratando de restablecer una mejor relación.
O decida vivir solo, la crisis a veces viene acompañada con el despegue
de los hijos o con la enfermedad de los padres. En esta etapa algunas
preguntas empiezan a invadir la mente y el corazón, se pueden reveer
creencias, valores, formas de pensar o por el contrario reforzarse.
EL VIEJAZO EN LAS MUJERES
Las mujeres somos más complejas y la inestabilidad es
mayor, una cascada
de síntomas como sofocones, ahogos, irritabilidad,
insomnio, depresión, suelen
ser el repertorio que viene con la
Menopausia. Esta vendrá como plus
de los hijos
que se van o
los padres que se enferman y el hombre también en crisis.
.
ES BASTANTE MAS DIFICIL DE LO QUE PARECE.
Si la mujer resignó sus talentos para dedicarse al cuidado de
los hijos, la casa
el marido, cuando unos se vayan y otros se alteren
todo el andamiaje sobre el cual
su vida permaneció estable durante años
se derrumba lenta o precipitadamente.
Ella estará más depresiva
En el mejor de los casos investigará sobre esta etapa
y sus cambios y
pedirá la ayuda profesional necesaria, porque estos síntomas
pueden irrumpir sorpresivamente, provocando intensos estados de ansiedad.
En caso que niegue esta etapa, puede al igual que el hombre tratar de
recuperar el tiempo perdido, reencontrarse con amigas, salir, hacer
cambios en el aspecto, entrenar en el gimnasio y tal vez tomar el
coraje para encontrar a aquel amor que quedó trunco.
RECOMENDACIONES
- No obsesionarse con el aspecto físico, mejorar la calidad de vida
- Hablar del tema, integrar grupos ayuda a saber a cuántos les pasa lo mismo.
- Aceptar que la vida es un tránsito, detenerlo es imposible
- Hacer o retomar aquello que quedó pendiente dentro de las limitaciones
- Explorar la salud, el cuerpo ya tiene su desgaste y hay que cuidarlo
- Desarrollar una disciplina, creencia o filosofía que expanda la
espiritualidad y no tanto la materia es indispensable
- Tratar de vivir este tiempo como una adolescencia adulta ya que aún
hay mucho por recorrer, se inicia una etapa de más reflexión.
- Tomar conciencia de los logros, hemos superado algunas
pruebas con éxito
y nada enturbiará la satisfacción personal y el valor de este esfuerzo.
-Practicar alguna actividad como yoga, pilates, caminatas, meditación
o todo aquello que integre cuerpo y emociones.
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