Son heroicos por naturaleza y aunque haya historias que trasciendan,
la mayoría dormirán en el anonimato. El perro sin duda es el Maestro
que nos enseña sobre el Amor Incondicional, siempre lo voy a decir.
Esta es la historia de un ovejero alemán que era un policía más dentro
de la División Perros. Aunque todos los perros son excelentes compañeros,
el ovejero tiene una predisposición a la acción única. Están siempre
pendientes, dispuestos a colaborar o a seguirnos en lo que hagamos,
por esos rasgos de carácter supongo que fueron los elegidos
para policías o tareas de rescate y búsqueda de personas.
LA HISTORIA de CHONINO
Ser perro de policía es todo un mérito al esfuerzo y al duro trabajo de
entrenamiento. Chonino fue un ovejero alemán de pelo largo, que nació
en el mes del abril de 1975 y estaba inscripto con la matrícula 716,
de la División Perros de la Policía Federal Argentina.
El 2 de junio de 1983 fue una noche fría y lluviosa pero había que hacer
otra ronda nocturna, Chonino y Jorge Ianni, no sabrían que esta era la
última. En el patrullero iban el Suboficial Luis Silbert y el Agente Jorge
Ianni, ambos de la comisaría 45 y Chonino. Las 20.00 horas en la que
los comercios bajan sus persianas es una hora que muchos ladrones
aprovechan para atracar a sus víctimas, más en invierno y con lluvia
El hecho transcurre en el cruce de la Av. Gral Paz y Lastra.
Al ver que dos hombres merodeaban entre los autos que estaban
estacionados en actitud sospechosa, los policías se acercan a pedirles que
se identifiquen, pero la respuesta fue un balazo a quemarropa que impacta
al guía de Chonino Luis Sibert en el pecho, dejándolo gravemente herido.
Jorge Ianni responde y logra herirlos, pero se dan a la fuga hiriéndolo
de muerte en el abdomen. En esta ráfaga mortal Silbert le da la voz de
ataque a Chonino que emprende una veloz carrera hasta atacar a los
delincuentes, pero recibe un disparo letal en el torso. Su lealtad fue
más fuerte que el disparo, porque se arrastró 100 metros para volver
a su lugar de compañero y amigo incondicional, lo último que sintió
fue un agónico Chonino !! y un abrazo de aquel hombre que fue su
guía Luis Silbert. Apoyando su cabeza sobre el pecho del policía
herido murió como un verdadero héroe.
Luis Silbert logra recuperarse después de unos meses, pero Jorge Ianni
murió. Al herir a los ladrones Chonino trajo en su boca la prueba de la
infamia, un pedazo de campera con una billetera. Cinco días después
los delincuentes son arrestados por la Policía Bonaerense.
Chonino fue condecorado y desde entonces el 2 de junio en Argentina
fue declarado como el DIA NACIONAL del PERRO.
Un pasaje ubicado entre las calles Salguero y Avenida Casares del
barrio de Palermo, lleva su nombre.
Sus restos descansan en el Círculo de la P.F.A. y un monumento
de bronce se erige en su memoria en el predio de Montada de la
Policia Federal. Una pista de adiestramiento lleva su nombre y
cada año será recordada esta historia de boca en boca.
CHONINO, otro Héroe Nacional
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