Hay numerosas y variadas maneras de definir al púrpura que va
desde un rosa morado hasta un violáceo, pero de todas maneras
hay algo que universaliza este color y es su relación con las
filosofías y religiones de diversas partes del mundo.
La regencia de Júpiter sobre el púrpura hace que cada vez
que encendamos una vela de este color estemos planeando
tomar importantes decisiones de orden personal o social,
pero siempre ligadas a lo espiritual.
Tanto el carácter como la inteligencia necesitan del aporte
de la iluminación del Elemento Fuego para actuar con eficacia.
Si buscamos destacarnos en el ámbito social y
ganar espacios a través de la expresión y el talento.
O si necesitamos recurrir a nuestra sabiduría interna
y acceder a distintos estados de conciencia, encenderemos
una vela púrpura.
Ella también actuará favorablemente sobre la salud del
hígado, páncreas y vesícula biliar.
Se puede acompañar con cardo mariano o carqueja,
su piedra es el zafiro amarillo y su día es el Jueves.
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