Es importante reservar un lugar en la casa para construir tu propio Altar.
Y no se trata de un credo en particular sino de cualquiera que tengas.
Este lugar estará reservado únicamente para colocar sobre él
símbolos que consideres sagrados, ofrendas, objetos
personales, velas, minerales o hierbas.
Es necesario que el lugar no esté en una zona de paso como un
pasillo, ya que si prendes velas puede resultar peligroso.
También es importante que no esté expuesto a corrientes
de aire o cerca de elementos inflamables.
Hay que poner especial cuidado si hay en la casa chicos o
mascotas que puedan acceder a él, con lo cual a veces es
conveniente optar por una repisa de pared que
pueda colocarse a cierta altura.
Tener un Altar en casa renovará el espíritu y canalizará energías
de pedidos, pero también es importante que reciba energías
de gratitud. La forma y el lugar variarán de acuerdo a cada
creencia o posibilidad, pero es importante consagrarlo
con los ritos que cada uno considere importante.
Y sobre todo dedicarle un tiempo regularmente.
En casos de pedidos de salud se pueden colocar en él
objetos simbólicos como fotos de personas queridas
llaves o simplemente nombres escritos en lápiz.
En general cada pedido se elevará con humos de
sahumerios o velas de color, según el caso.
Velas rosas: pedidos de unión de pareja
Velas verdes: pedidos de fertilidad y abundancia
Velas rojas: pedidos de protección frente a la envidia
Velas azules: pedidos de salud y serenidad
Velas blancas: pedido de paz y para difuntos
Velas amarillas: pedidos de prosperidad económica
Velas naranjas: pedidos de constancia y apertura
Velas plateadas: para cuestiones legales y juicios
Velas doradas: Protección total e iluminación interna.
Esto es muy resumidamente el lenguaje de las velas,
aunque la intención de cada una de ellas puede reforzarse
con determinadas hierbas, minerales e inciensos.
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