Siempre se nos ha tildado (me incluyo absolutamente) a las
personas impuntuales de irrespetuosas, rebeldes o desconsideradas
pero gracias a varios estudiosos de la Universidad Estatal de
San Diego ser impuntual hoy es considerado un ingrediente
distinto y encantador.
Las personas impuntuales parece ser que no se detienen a
ver el árbol, sino que tienen la capacidad de ver el bosque
en toda su complejidad.
Menos proclives al stress, mas distendidos y calmos se los
considera más resolutivos y pragmáticos a la hora de resolver
problemas complejos. Con una dosis de optimismo y
creatividad que las personas puntuales no tienen.
Enmarcados en un tipo de Personalidad tipo B, los impuntuales
tienden a tener una percepción diferente del tiempo y de
las situaciones que ameritan resolución.
Tienen una visión más abarcativa, relajada y se dedican
con mayor eficiencia a su trabajo, no se pierden en
detalles ni en obsesiones, ya que disponen de una
suerte de recursos mentales y emocionales más amplio.
También tienden a resolver problemas en un tiempo
más breve sin tantas vueltas.
Por eso y por muchas otras razones hoy ser impuntual
deja de ser un estigma para ser una virtud que
merece ser valorada.
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