Horrible monstruo marino, imaginado por la mitología griega, que habitaba junto a Escila en el Estrecho de Mesina que separa la Italia peninsular de la Isla de Sicilia. Vivía bajo unas rocas de la isla y tres veces por día tragaba enormes cantidades de agua, llevándose con ella barcos, marinos, peces y todo lo que se encontrara a su paso. Otras tantas veces las devolvía con horribles mugidos formando un horrible y veloz remolino en el que cualquiera perecía, pues no era posible advertir su presencia, dado que se ocultaba tras una espesa niebla.
Solo el legendario héroe Odiseo consiguió sortear sus horribles fauces, en dos ocasiones. Es justamente, en la Odisea donde Circe se lo describe al héroe de la siguiente manera: "hay allí una cabra-higo grande y frondoso y a su pie la divinal Caribdis sorbe la turbia agua. Tres veces al día la echa afuera y otras tantas vuelve a sorberla de un modo horrible. No te encuentres allí cuando la sorbe, pues ni el que sacude la tierra podría liberarte de la perdición". Luego es el mismo Odiseo quien describe: "(...) sorbía de horrible manera la salobre agua del mar. Al vomitarla dejaba oir un sordo murmullo, revolviéndose toda como una caldera que está sobre un gran fuego".
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