......que nunca digo Adiós y aunque sé que decirte Adiós
probablemente sea crecer, hoy te digo que tal vez
no creceré.
Porque es imposible dejar de sentir que estás presente
en las lágrimas de mamá, en las mías, en las de
Marcela y en las de todos los que te amamos.
En esa silla que dejaste vacía, en esa guitarra
que quedó en silencio y mis sueños.
Va a ser durísimo saber que tu ausencia es cierta
y que al menos en esta vida no voy a
volver a escuchar tu voz.
Pero habrá otro mundo intangible, el de los sueños
y el de un futuro ineludible para volver a
encontrarte y sé que voy a elegirte otra vez.
La próxima vez seremos más sabios
Reiremos más
Pelearemos menos
Comprenderemos mejor
Y ya no habrá distancia
ni física ni espiritual que
nos separe.
Dicen que el amor lo puede todo y creo que es así.
Dicen que el dolor puede transmutar en algo
más valioso y es mi búsqueda de cada día.
Te veo en los ojos vivaces de Mirko, en las cejas
justicieras de Marcela, en la intrepidez de
Alejandro y en los ojos húmedos de
quienes te nombran con una sonrisa.
Te escucho en el viento que mece
las ramas, en las cuerdas del arpa
y en mis sueños.
Te siento correr por mis venas
porque siempre vas a ser parte
de mi vida y mi primer amor.
Ya te dije papi, hoy no creceré,
por lo menos hoy, no puedo.
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