Shinrin Yoku es un término japonés que significa
baño de bosque o baño forestal y consiste
en pasar tiempo en el bosque o
en cercanía de algunos árboles.
Esta es una práctica tranquila similar a un estado de
contemplación o ligera meditación en contacto con
las raíces de los árboles, el aire, el canto de los
pájaros y cualquier estímulo ligado a los árboles
y a la vida que hacen posible.
Los que vivimos en la ciudad experimentamos
un enorme bienestar cuando nos alejamos unos
momentos del asfalto para pasear por algún
parque o plaza.
Y aunque la cosa parezca banal no lo es.
Hay estudios que han abordado este tema
y llegaron a alguna de estas conclusiones.
El baño forestal
Ayuda a normalizar el ritmo cardíaco.
Promueve un mejor estado de salud o
de mejoría en caso de enfermedad.
Reduce los niveles de las hormonas
ligadas al stress.
Disminuye la ansiedad.
Ayuda a reducir la hipertensión.
Aumenta el nivel de linfocitos NK y
proteínas anti cáncer.
Y en un plano más etéreo nos expande
la comprensión sobre otros seres.
Para los pueblos antiguos todo árbol llevaba
en si el secreto más profundo de la vida.
Las raíces nos conectan con un mundo oculto
o si se quiere con un pasado y mientras el
tronco estimula todo lo relativo al presente,
las ramas que se elevan hacia el Cielo
nos conectan con lo Divino.
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