Esta es una de las mejores anécdotas narradas por Gregg Braden,
(al menos esta es mi percepción). El había decidido vivir en las
Mesetas desérticas de México, durante una de las peores sequías.
Un amigo mexicano lo invitó a ir hacia un lugar en donde (según
sus palabras) la piel entre los mundos es muy delgada para rogar
porque llueva y Gregg aceptó la invitación. No era un lugar al azar,
se trataba de un lugar especial y llegar hasta allí les llevó
horas de caminar entre salvias y suelo árido.
Finalmente llegaron hasta un círculo de Piedra que llevaba
tanto tiempo ahí que nadie sabía quién lo había creado, su
amigo se quitó las botas, con sus pies descalzos entró al
Círculo y cerrando los ojos dijo "Todos mis antepasados
todos mis antepasados, están conmigo ahora, están
conmigo ahora...." agradeció y abriendo los ojos le
preguntó a Gregg
¿ Tengo hambre, te apetece comer algo ?
- Claro ! pero pensé que ibas a rezar para que lloviera
- NO, porque si lo hiciera la lluvia nunca llegaría, porque
si rezáramos damos a entender que la lluvia no está
aquí en este momento....y quizá alteramos la situación
que pretendíamos cambiar....
Entonces Gregg le pregunta qué había hecho durante
esos 20 segundos en los que estaba tan concentrado
y con sus ojos cerrados.
Su amigo le responde :
- He experimentado la sensación de estar de pie descalzo
pisando el barro húmedo de nuestra Aldea, un barro que
está ahí porque ha llovido mucho, he percibido el olor de
las gotas de lluvia que cae sobre las paredes de las
casas y he corrido por los maizales altos que
crecen gracias a las lluvias
y he sentido una enorme Gratitud y Reconocimiento
por la Lluvia que ya ha caído......."
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