El Reiki es una de las formas más conocidas de hacer fluir la
energía a través del Reikista que funciona como canal, hacia la
persona que necesita ser sanada. En caso que la persona esté presente,
esta energía se transmite por los Chakras de las manos, la mirada,
el pensamiento, la visualización y a veces se potencia con el uso
de esencias, mantras, sonidos y minerales.
Cuando tanto el terapeuta como el paciente aúnan esfuerzos y se
enfocan en la curación, funciona. Pero es fundamental ese acuerdo
esa unión de energías que buscan el mismo objetivo, este mismo
fenómeno es el que llamamos "Milagro". Y en esto hay que aclarar
que no depende tanto de las habilidades del terapeuta, como del
deseo del paciente. Un terapeuta es un Canal, no una deidad.
Y todos tenemos el don de ejercitar esa energía, sólo es cuestión
de practicarla, formarse y hacerlo, nada más.
ENVIAR ENERGIA A DISTANCIA
Se puede y muchas veces es necesario el "envío de energía" hacia
alguien que lo necesita. Tal vez la persona no puede movilizarse,
tal vez está presa, internada o vive en otro País. Entonces se
pacta el día y la hora en que terapeuta y paciente o alguien que
oficie en lugar del paciente acuerden esa transferencia de energía.
Pero hay que tener muy claro que el paciente DEBE SABERLO
Porque la Energía que se envía no lleva ni mi intención ni
la de quien la recibe, simplemente es Energía que liberará
a quien la recibe, aunque esa Liberación implique dejar el
cuerpo físico. Muchas veces pasa con pacientes que están
atravesando una enfermedad terminal o que están bajo un
sufrimiento enorme que reciben la energía como un
permiso para liberarse del dolor físico y se van.
Lo mismo pasa cuando se envía energía a una mascota
querida que está atravesando un duro trance.
Por eso siempre es ético avisar.
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