El legendario Diario Crítica de Buenos Aires había publicado en el
verano de 1944 en su portada el siguiente titular:
" Piedras que caminan - Durante la noche cambió de sitio
y se mudó de una montaña a otra "
El extraño hecho ocurrió en Tricao Malal, Provincia de Neuquén,
Argentina y fue denunciado por un estudiante de geología
Jorge Bell Ower que estaba de vacaciones en la zona.
Jorge aseguró que entre los días 3 y 5 de diciembre del año
1943, una roca granítica de 30 toneladas de peso se trasladó
desde el punto más alto de la barranca Sur del Arroyo Cajón
Chico hasta un cerro cercano, recorriendo 150 metros.
La enorme roca tenía aproximadamente 7 metros de
circunferencia por más de 2 metros de diámetro, bajó de
la barranca, cruzó el arroyo y siguiendo un semicírculo hacia
el Norte empezó a subir por la ladera del Cerro. Se detuvo
a 70 m. de altura ya en la cima. Dejó como evidencia de lo
ocurrido un hoyo de 2 m. de diámetro por 1,5 m. de
profundidad en el lugar en donde estaba y una cantidad de
piedras quebradas y aplastadas en el trayecto que hizo.
LOS TESTIGOS
El hecho parece inverosímil pero se trata de un estudiante
de Geología que nada ganaría con denunciar algo semejante,
además otras personas respaldaron su testimonio, entre
ellos un Juez de paz y siete pobladores del lugar. Ower agregó
que en esos días hubo una fuerte tormenta eléctrica en el lugar.
No es la primera vez que un hecho así se registra, en Bolivia
en la zona de Tiahuanaco, los pobladores llaman al fenómeno
QUESPI - CALA que significa PIEDRAS QUE CAMINAN.
Este hecho ya conocido por los Pueblos antiguos sería
otra explicación posible para tantas construcciones
megalíticas. Si este hecho sucedió durante una noche
¿ porqué no especular que ha sucedido antes miles de veces ?
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