El Facebook puede ser adictivo, porque nos aporta en un breve tiempo un sinfín
de imágenes, en ellas se explayan los vínculos o lo que calificamos amigos,
familia, conocidos, etc. Dale like, y de acuerdo a la cantidad también
consideramos que alguien goza de cierto éxito social por lo tanto
es POPULAR.
familia, conocidos, etc. Dale like, y de acuerdo a la cantidad también
consideramos que alguien goza de cierto éxito social por lo tanto
es POPULAR.
Decimos..... Uy tiene 1000 amigos en FB !!
En FB aportamos muchos datos personales, pero en forma selectiva, nuestros
gustos, estudios, salidas, preferencias, actividades o viajes.
gustos, estudios, salidas, preferencias, actividades o viajes.
Rara vez uno se expone o se muestra en sus aspectos más odiosos, aunque hay
excepciones y puede funcionar como una especie de catarsis social, virtual, pero
social al fin. Uno cree que hay alguien del otro lado y realmente a veces lo hay.
social al fin. Uno cree que hay alguien del otro lado y realmente a veces lo hay.
Creemos que estamos relacionados y en verdad lo estamos, pero desde la
realidad selectiva y solitaria de nuestro monitor, mostramos o husmeamos
realidad selectiva y solitaria de nuestro monitor, mostramos o husmeamos
la vida de otros, sobre todo en su aspecto o en su apariencia y así juzgamos.
Una persona bella tendrá más acceso al éxito, buenos vínculos,
a una familia mejor conformada y hasta le atribuímos cualidades bondadosas.
Por el contrario, una persona de mal aspecto será la que no acceda a
mejores oportunidades, su vida estará signada por la resignación o el
fracaso y sus vínculos serán más conflictivos.
mejores oportunidades, su vida estará signada por la resignación o el
fracaso y sus vínculos serán más conflictivos.
Ese es EL EFECTO HALO.
No saber elaborar un juicio desvinculado del prejuicio.
Se han hecho varios estudios acerca de este poder de la imagen y los resultados son
asombrosos, pero esto no es nuevo. En un debate memorable entre el presidente
Kennedy y Nixon 70.000.000 de personas que lo vieron por televisión, aseguraban
que Kennedy había ganado ampliamente, en cambio las personas que lo escucharon
por radio asumieron que Nixon había ganado el debate.
Desde entonces, muchos psicólogos han profundizado en el conocimiento de
UNA IMAGEN VALE MAS QUE MIL PALABRAS.
En el auge de las selfies y los usses, la imagen es lo que cuenta, ver para creer.
Lo que vemos es lo que es y así vamos, prejuzgando.
Es un viejo programa de supervivencia que nos han legado nuestros ancestros.
Aprendimos que las personas más bellas eran las mas fértiles, sanas y
dotadas para procrear a la raza humana, que necesitaba perpetuarse.
Desde entonces no hemos actualizado la info, deberíamos.
De tanto en tanto aparece una Susanne Boyle, para recordarnos que
no todo es lo que parece. O que el mito del patito feo no es un mito. En fin.
Pero eso si, es muy reconfortante ver una buena transformación como la de la
conocida Betty la fea, que a fin de cuentas de fea no tenía nada.
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