Aunque hoy se la reconoce como Granate o Rubí, la Piedra Reina de los
Lapidarios Fantásticos es el CARBUNCLO, entre sus propiedades
mágicas estaba la de Brillar en la Oscuridad, como si se tratara
de una brasa o carbón encendido, iluminando la Noche.
Hay muchas leyendas que repiten esta cualidad fabulosa
Se dice que Noé utilizaba Carbunclos para iluminar su Barca.
Que los dragones al envejecer y declinar su visión, llevaban un
pequeño carbunclo entre sus dientes para guiarse en la oscuridad.
Que de la maravillosa lámpara de Aladino, emanaba la luz de
una piedra de Carbunclo.
Entre los relatos fantásticos de John Mandeville, estaba el de las
instalaciones del Palacio del Gran Kan
Según él, el legendario Gran Kan alumbraba el interior de su
palacio con una pequeña piedra de CARBUNCLO, de unos 10 cm.
de diámetro colocada sobre una columna de oro como si fuera de día.
Aunque hoy en día estos relatos han sido relegados a las leyendas
se cree que muchos alquimistas y geólogos siguen buscando a la
Reina de las Piedras, cuyo poder obsesionó al mismo Napoleón.
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