Con este título el País de España publica una nota sobre
MARCOS RODRIGUEZ PANTOJA el menor de tres hermanos
que nació en junio del año 1946 en Añora, Córdoba España. Al poco
tiempo de morir su madre, el padre lleva a una mujer a la casa y todos
se trasladan al campo. Sus dos hermanos mayores son entregados a un
pariente lejano y él vive por un tiempo con su padre y la madrastra.
La casa que habitaban era una precaria choza construída con palos y
sacos de paja, apenas tenían para comer y los maltratos que sufrió
eran"palizas de mil demonios" Eran piconeros se mantenían haciendo
carbón. Un día pasa por allí el dueño de una finca y habla con el padre,
Marcos recuerda el hecho con estas palabras "mi padre me vendió
como el que vende a un cerdo", por una suma de dinero se lo lleva
y recuerda que esa noche comió como nunca en su vida, morcillas,
salames, pan, queso. Al día siguiente lo llevan a SIERRA MORENA
donde vivía un viejo que cuidaba cabras.
Había lobos aullando, zorros, cabras y ciervos.
La convivencia con el hombre dura poco ya que muere
dejando a Marcos solo. De los 7 a los 19 años, anduvo entre
lobos y recuerda este tiempo con estas palabras... "
-Yo estaba preparado con el cuchillo. La carne que yo no quería se
la llevaba a los lobillos. Los padres no me dejaban, pero
como veían que yo les llevaba de comer, cogieron confianza.
Yo olía como ellos. Cuando yo quería que vinieran, cuando me veía
que no tenía salida, empezaba a aullar. Venían varios lobos y, como se
daban cuenta de que estaba perdido, se tiraban a mí dando saltos y
me cogían los brazos con la boca hasta que yo reía.
Empezaban a jugar. Luego me señalaban el camino hasta la cueva
de ellos y desde allí, sabía irme. Me divertía solo con los animales.
Imitaba sus sonidos, jugaba con ellos, hoy se pregunta si esa vida
era
mejor.
En 1965 la Guardia Civil lo encuentra y lo lleva a un
pueblo Fuencaliente,
ahí conoce las calles, otras personas y mira
quién
estaba del otro lado del
espejo, todo era nuevo para él.
Trabajaba
como mesero en Palma de Mallorca
donde
frecuentemente lo
timaban y por supuesto nadie creía en su
historia, él suele
repetir
que esta vida es más difícil que la anterior.
Despues de muchos avatares logra una pensión y una vivienda,
pero necesita volver a las Sierras para jugar con sus lobos.
La historia de Marcos inspiró a un director de cine Gerardo Olivares,
para realizar el rodaje de ENTRE LOBOS.
No dejo de pensar en la injusta reputación que tienen los lobos
y en todo lo que nos falta aprender acerca del amor.
y en todo lo que nos falta aprender acerca del amor.
ENTRELOBOS
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