jueves, 1 de enero de 2015

PERDONAR O VIVIR EN EL PASADO

Perdonar es tan vital como movernos en el curso de la vida.
Perdonar no implica el olvido ni la banalización del sufrimiento propio,
 perdonar es mucho mas profundo y necesario.

Imaginemos por unos momentos que la vida es un camino a recorrer, 
 que cada uno de nosotros tiene como recursos el cuerpo, la inteligencia 
emocional y la habilidad necesaria para conducir un buen auto.
Cerremos los ojos, hagamos una inspiración profunda y tratemos
de crearnos esta imagen, estamos en el auto, es de día.
Detenernos en el medio de la ruta no es una opción, porque 
tal vez seamos responsables de un desastre, por lo tanto 
estar en la ruta de la vida implica avanzar siempre.

Este viaje lo planificamos con calma y tomando todos los recaudos.
Verificamos que el combustible alcance, que la temperatura no suba,
 prestamos atención a todas las señales, aceleramos o disminuímos
 la velocidad  y cada tanto miramos el espejo retrovisor.
Con otra inspiración profunda exhalamos y fijamos la imagen.

En este viaje activamos reflejos y estamos atentas, pero cada tanto  
es necesario para seguir el viaje sin problemas, MIRAR ATRAS.

CADA TANTO, CASI COMO UN REFLEJO.

¿Podemos imaginar un viaje mirando solamente 
el espejo retrovisor? 

Definitivamente sería imposible.



Así pasa con las situaciones vitales que nos ligan al rencor.
El rencor nos corroe, afecta a nuestros órganos, especialmente al hígado, 
se manifiesta como stress, dolor de cabeza, opresión, tensión arterial alta, 
cálculos biliares o ezcemas en la piel, cáncer, etc.

El rencor puede ser ese espejo retrovisor que
nos trae imágenes del pasado. No hay que
detenerse demasiado en ellas, sólo ver cada tanto.

Modificar ese pasado es imposible, pero si es posible y absolutamente 
necesario modificar nuestra perspectiva. ¿Cómo lo vivimos ? 
generalmente como víctimas y eso nos exime de la autocrítica, solemos
 reincidir en el mismo patrón, nos sentimos signados por nuestra propia 
autoderrota de mejor malo conocido que bueno por conocer.

Y así la vida..... reviviendo una y otra vez que tal o cual persona 
nos hirió, engañó o maltrató o todo junto, siendo el único responsable.

Nos quedamos anclados en esta emoción de ira y miedo 
y nos detenemos, sin querer saber que cada persona que pasa por
 nuestra vida no es un azar sino una elección en espejo.

Nadie puede maltratarnos si no lo permitimos.
 Nadie puede engañarnos si no necesitamos ser engañados.
Nadie nos hiere si no le damos el espacio y el lugar para la herida.


En algún momento se impone un espacio de reflexión y se 
abrirán preguntas que debemos contestar con total honestidad.
En algún momento deberemos optar por dejar de ver hacia atrás 
o apartarnos del camino.
En algún momento deberemos perdonarnos y perdonar,
 sólo porque merecemos una mejor oportunidad, 
sólo porque equivocarnos es parte del aprendizaje.


Porque en este juego de la Vida coexiten en nosotros y en los demás héroes 
y villanos y estamos acá para aprender para evolucionar.


Perdonar, puede ser un acto silencioso, 
pero es la libertad de ver en el Cielo que un nuevo Sol
 amanece cada día, si lo permitimos.


Consultas en 
Ciudad de BUENOS AIRES

Vía SKYPE o HANGOUT
a canaj82@gmail.com

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