Jugar a la "Copita" consiste en una práctica grupal que se hace durante la
noche y en la que se coloca un tablero inscripto con números y letras
también las palabras Si y No. Por lo general lo juegan varias personas
que colocan su dedo índice sobre la base de la copa invertida. Los que
participan en este "juego" invocarían la presencia de cierto espíritu al que
se le harán preguntas. Su respuesta hará que la copa se desplace hacia
letras que formarán palabras o números según las preguntas.
Sus orígenes son remotos y habrían sido la inspiración para el clásico
tablero OIUJA, muy difundido a través de la doctrina espiritista.
Pero lejos de ser un juego la copa o ouija es la apertura de un portal.
Ese portal casi siempre es el ingreso de otras entidades que por
distintos motivos andan errantes y dispuestas a cobrar fuerza a
través de juegos de adolescentes. Estas entidades pueden ser las
que se conoce comúnmente como del bajo astral, aunque muchos
investigadores también las asocian a posibles abducciones, el
hecho es que sean de una naturaleza humana o no, terminan en
un gran porcentaje desatando una serie de fenómenos conocidos
como POSESIONES. Y son realmente un problema, la persona
afectada experimenta una despersonalización, cambios dramáticos
en la voz, en la conducta, expresión y un estado parecido a las
psicosis. En muchos casos hay manifestación de fenómenos
paranormales como "xenoglosia" hablar en un idioma desconocido,
levitación, estigmas, telekinesis, -mover objetos- etc.
Tal es el caso de Milagros después de jugar a la copita en un pijama
party "...la panza se le hincha y se le forma una cara, es como que
tiene una persona adentro que no la deja estar tranquila. Estamos
desesperados pidiendo ayuda de alguien que se dedique a estas cosas.
Milagros fue hospitalizada 4 veces, cambia la voz se le pone ronca
y dice cosas como - quiero matar a mi hermana - . En algunos
momentos se ríe en forma ruidosa, después se lastima, se rasguña
y hasta intentó suicidarse. Hace movimientos bruscos, vomita..
Milagros fue llevada a Montevideo y el padre Fabián Becerra al
momento de la nota la habría exorcisado unas cuantas veces.
Los padres siguen el relato contando que es como si un ser maligno
entrara en ella y quisiera salir, su piel se mueve sus dedos, sus brazos
comienzan a hincharse. Ella al igual que su familia sufren física y
psicológicamente, porque las manifestaciones de este ente son cada
vez más frecuentes y violentas, Milagros tenía entonces 12 años.
Esto sucedió en SAN PEDRO, pero el temor se hizo más grande
cuando en sus manifestaciones ella dió un nombre. Ese nombre
correspondía a una persona fallecida en el lugar, la información se
filtró, se investigó. Los titulares del diario fueron claros
"La nena está poseída por el espíritu de un delincuente ?"
Una versión extraoficial, asegura que ese hombre habría
muerto en la habitación en donde tuvo lugar el "juego".
Por ahora será mejor tomar conciencia del peligro
de abrir ciertas puertas, que deberían seguir cerradas
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