Andaré vestido y armado con las armas de San Jorge
para que mis enemigos, teniendo pies, no me alcancen,
teniendo manos no me atrapen, teniendo ojos no me vean,
y ni con el pensamiento ellos puedan hacerme mal.
Armas de fuego mi cuerpo no alcanzarán, cuchillos
y lanzas se quiebren sin mi cuerpo tocar, cuerdas
y corrientes se rompan sin mi cuerpo atar.
Dios, con su divina misericordia y gran poder,
sea mi defensor contra las maldades
o persecuciones de mis enemigos.
Glorioso San Jorge, en nombre de Dios,
extiéndeme tu escudo y tus poderosas armas,
defendiéndome con tu fuerza y con tu grandeza,
A M E N
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