De fierro,
de encorvados tirantes de enorme fierro
tiene que ser la noche,
para que no la revienten y la desfonden
las muchas cosas que mis abarrotados ojos han visto,
las duras cosas que insoportablemente la pueblan...
Mi cuerpo ha fatigado los niveles,
las temperaturas, las luces:
en vagones de largo ferrocarril,
en un banquete de hombres que se aborrecen,
en el filo mellado de los suburbios
en una quinta calurosa de estatuas húmedas,
en la noche repleta donde abundan el caballo y el hombre.
El universo de esta noche tiene la vastedad
del olvido y la precisión de la fiebre.
En vano quiero distraerme de mi cuerpo
y del desvelo de un espejo incesante
que lo prodiga y que lo acecha
y de la casa que repite sus patios
y del mundo que sigue hasta un despedazado arrabal
de callejones donde el viento se cansa y de barro torpe.
En vano espero las desintegraciones
y los símbolos que preceden el sueño.
Sigue la historia universal:
los rumbos minuciosos de la muerte en las caries dentales,
la circulación de mi sangre y de los planetas.
(He odiado el agua crapulosa de un charco,
he aborrecido en el atardecer el canto de un pájaro.)
Las fatigadas leguas incesantes del suburbio del Sur,
leguas de pampa basurera y obscena , leguas de execración.
no se quieren ir del recuerdo.
Lotes anegadizos, ranchos en montón
como perros charcos de plata fétida:
soy el aborrecible centinela
de esas colocaciones inmóviles.
Alambre, terraplenes, papeles muertos,
sobras de Buenos Aires.
Creo esta noche en la terrible inmortalidad:
ningún hombre ha muerto en el tiempo,
ninguna mujer, ningún muerto
porque esta inevitable realidad de fierro y de barro
tiene que atravesar la indiferencia de cuantos estén dormidos o muertos
aunque se oculten en la corrupción o en los siglos
y condenarlos a vigilia espantosa.
Toscas nubes color borra de vino
infamarán el cielo;
amanecerá en mis párpados apretados.
INSOMNIO, JORGE LUIS BORGES
ADROGUE 1936
Espero que finalmente hayas encontrado en Tlön, todas las desintegraciones, laberintos y BIBLIOTECAS posibles. Deseo que esa vigilia espantosa sea el vano recuerdo que alimente algún otra Obra.
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