Es diciembre, el último mes del año, mes de corridas, de compras, de fin
de clases y de un año que termina. Es una certeza que la vivencia
infantil de la Navidad poco o nada tiene que ver con la vida adulta.
Si tuviera que hacer una estadística casera, creo que al
menos 8 de cada 10 personas adultas viven la Navidad con un
profundo bajón o con desánimo de tener que tomar un forzado e
inevitable mal trago. Y hablando de tragos (que en la mayoría de los
casos funciona como anestesia o disparador de quilombos) el hecho es
que hay algo peor que la depre de Navidad y es la culpa derivada
inevitable mal trago. Y hablando de tragos (que en la mayoría de los
casos funciona como anestesia o disparador de quilombos) el hecho es
que hay algo peor que la depre de Navidad y es la culpa derivada
en sentir un malestar que no debería sentirse.
Mientras las veredas, los balcones y las vidrieras se engalanan
de muérdago y luces, Ud. se siente deprimida/o.
de muérdago y luces, Ud. se siente deprimida/o.
En la mayoría de los casos los reencuentros se tornan en
desencuentros o en la obligación
de tener que pasar la Navidad con la suegra, con el yerno
y la cosa se complica con los gastos.
Ni hablar si hay separaciones o muertes recientes en la
familia, en cuyo caso celebrar es imposible o doloroso.
CONSEJOS
1- Trate de encontrarle un sentido más profundo al acto
de celebrar de acuerdo a sus creencias o a los valores
humanos que se ponen a prueba en las fiestas.
2- Evite los "Compromisos de quedar bien" dentro de lo
posible ya que como dice mucha gente se trata de una noche.
3- Si está a disgusto evite beber de más, siempre el
alcohol deshinibe y es motivo de discusiones o de
insultos en el mejor de los casos velados.
4- Trate de compartir la alegría de los chicos -si los hay-
y de resguardar del mal uso de la pirotecnia a ellos
y a las mascotas de casa.
5- Piense por un momento en cuánta gente
está enferma, imposibilitada o privada de la libertad de
festejar y eleve un pedido por ellos, tratando de
experimentar la gratitud de poder decidir con quién estar.
6- Finalmente si todos estos motivos no son suficientes
siéntase en la libertad de vivir la emoción que
pueda. No se sienta mal por sentirse mal.
A veces es mejor estar con uno mismo en estas
fechas y no sentirse obligado a asistir a lugares conflictivos.
desencuentros o en la obligación
de tener que pasar la Navidad con la suegra, con el yerno
y la cosa se complica con los gastos.
Ni hablar si hay separaciones o muertes recientes en la
familia, en cuyo caso celebrar es imposible o doloroso.
CONSEJOS
1- Trate de encontrarle un sentido más profundo al acto
de celebrar de acuerdo a sus creencias o a los valores
humanos que se ponen a prueba en las fiestas.
2- Evite los "Compromisos de quedar bien" dentro de lo
posible ya que como dice mucha gente se trata de una noche.
3- Si está a disgusto evite beber de más, siempre el
alcohol deshinibe y es motivo de discusiones o de
insultos en el mejor de los casos velados.
4- Trate de compartir la alegría de los chicos -si los hay-
y de resguardar del mal uso de la pirotecnia a ellos
y a las mascotas de casa.
5- Piense por un momento en cuánta gente
está enferma, imposibilitada o privada de la libertad de
festejar y eleve un pedido por ellos, tratando de
experimentar la gratitud de poder decidir con quién estar.
6- Finalmente si todos estos motivos no son suficientes
siéntase en la libertad de vivir la emoción que
pueda. No se sienta mal por sentirse mal.
A veces es mejor estar con uno mismo en estas
fechas y no sentirse obligado a asistir a lugares conflictivos.
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