viernes, 23 de septiembre de 2016

PERSEFONE y la PRIMAVERA

Hubo un tiempo benévolo y sin estaciones, el sol iluminaba con sus rayos
a todas las criaturas de la Tierra en equilibrio con el ciclo de los
vientos y de las lluvias. Entonces no había necesidad alguna de cultivar
ya que todo fruto brotaba de los árboles y solo habría que recogerlos.

De esta armonía abundante y generosa de la Tierra se encargaba
la Diosa Madre: Démeter para los griegos y Ceres para los romanos.


Diosa del Olimpo de cuya labor dependían la fertilidad, los
matrimonios y el respeto por las leyes sagradas. Hermana de 
Zeus y madre amorosa de su hija Proserpina o Perséfone.

Se dice que cuando los Dioses se dividieron el mundo a Zeus
le tocó el gobierno de la Tierra y de los Cielos, a Neptuno el
de los Mares y a Hades el inframundo o mundo subterráneo.
Este mundo subterráneo sería el equivalente al infierno
o reino de los muertos . Un hermoso día en la zona de la actual Sicilia,  
Hades sube a la tierra y fascinado por la belleza de Perséfone la rapta.


Se cree que de este rapto fue cómplice Zeus. Durante días y
noches la Diosa Démeter desconsolada vagó por la Tierra llamando
a su hija, durante días y noches en vano, porque ningún mortal
podría tomar partido por alguno de los Dioses.

Pero de alguna manera Démeter se enteró de la complicidad de
Zeus, entonces furiosa y sintiéndose traicionada abandonó los
ciclos de la vida a su suerte. Toda crituara viviente padeció
por el desconsuelo de Démeter, los ríos se secaron y un sol
implacable pareció encender el aire con sus fuegos.
Hubo sequía, hambruna y mucho sufrimiento. 
Los mortales espantados pidieron ayuda a los Dioses y
entre ellos decidieron acudir a Hermes para que interceda.


Zeus entendió que sin vida no habría reino pero ya era tarde.
Se dice que durante una estancia en el reino de Hades nada debe
comerse ni beberse porque si lo haces no podrás abandonar el lugar.
Perséfone tal vez después de algunos días comió algunas semillas
de granada y no se sabe si ella compartió el mismo sentimiento
de Hades pero irremediablemente se convirtió en su esposa.

Ya no podría abandonar a su esposo ni dejar la mitad del reino.
Pero Hermes encontró una salida negociable, Perséfone debería
permanecer durante seis meses en el inframundo y el resto del
año volvería a la Tierra con su madre.

De esta forma quedó claro que cuando Perséfone volvía con
Démeter toda semilla florecía, el tiempo era propicio para
la siembra y la vida de toda criatura era próspera tal como
lo es el verano con sus lluvias y la primavera con su renovación.

Del mismo modo el otoño y el invierno serían los tiempos de 
latencia y de tristeza de Démeter que debería dejar partir
a su amada hija al reino de Hades. 

El mito es mucho más complejo y en el participan otras deidades
como Helios, Hécate, etc. dando lugar a los misterios eleusinos.

Pero esta es una versión breve que explica de una hermosa 
manera las estaciones del año y el nacimiento de la agricultura.

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