Autoestima o la valoración que tenemos acerca de nuestra persona
es un bien muy preciado que debe ser alimentado exclusivamente
por nosotros mismos. Dicho alimento pudo tener un pasado de
dolor, un sentimiento de minusvalía frente a una educación muy
crítica y a la adultez tendemos a repetir patrones porque son
conocidos. Es decir, elegimos sin darnos cuenta a personas
similares a las que nos educaron con rigor porque es lo que
conocemos, de esa manera la valoración que tenemos
acerca de nuestro ser se empobrece considerablemente.
La cosa se puede poner fea si no le ponemos un límite.
Algunos consejos
1- Entender que ERROR tiene el valor de enseñarnos algo
por ello aprendemos a sostenernos en los primeros
pasos de la vida y esto es literal.
Si al intentar dar un paso no nos diéramos algún que
otro porrazo, jamás enderezaríamos la espalda ni
pondríamos esmero en caminar esquivando obstáculos
y cuidando que a cada paso le siga otro.
De manera que hay que entender que equivocarnos
puede ser comprendido como una forma de aprender
a no tropezar con la misma piedra, en el mejor de los casos.
Conviene ser indulgente las veces que haga falta.
2- Error como aprendizaje y no como una forma de ser,
también hay que poner el foco en los ACIERTOS.
Sin esperar la aprobación o los elogios de otras personas,
reconocer el acierto tiene que ser una cuestión personal y
valorada, de ser posible enunciada o escrita.
Porque tendemos a olvidarlo, de manera que cada vez
que sintamos que nuestra vida es un gran Error, tomemos
una hoja en blanco y apuntemos aquello que consideramos
los aciertos, es un trabajo de reflexión y de evaluación personal.
3- Cuestiona las críticas y reflexiona sobre quién y para qué
las dice, con frecuencia muchas personas aprenden a
sostener su autoestima alta a costa de aniquilar la autoestima
de otros. En general la crítica despiadada viene a ser el
espejo de lo que una persona siente sobre si misma, pero no
lo sabe. Nosotros si, de manera que a partir de este momento
hay que desacreditar todo ataque sin fundamentos.
Y de ser posible tomar una saludable distancia.
4- Aprender a poner límites a los demás es importante y
nos ayuda a protegernos de gente manipuladora y abusiva.
Muchas veces por no quedar mal o por evitar la crítica
(que es inevitable) decimos si cuando queremos decir no.
Animémonos a decir NO porque si toleramos en exceso
situaciones indeseadas estaremos gestando una ira interna
que al estallar en desmesura, nos hace parecer locos o locas
culpógenas aunque tengamos toda la razón.
Hay que evitar caer en estas trampas.
5- Finalmente todos somos mas o menos parecidos
un vicio "Educativo" es enseñarnos ciertos modelos o paradigmas
a imitar y la verdad es que cada uno tiene sus potencias y limitaciones
Cuando empezamos a dialogar con personas que supuestamente son
"superiores" por razones sociales, económicas o de status nos damos
cuenta que las vicisitudes son las mismas y que todos sea cual fuere
nuestra condición somos merecedores de respeto,
por el simple hecho de ser humanos.