La imagen más arquetípica de San Jorge es la de un soldado, que montado
sobre un hermoso caballo blanco atraviesa con su lanza al dragón que yace
agonizante en la tierra. Durante el siglo XII la leyenda dorada o aúrea
se extendió por toda Europa a través de una colección de fábulas que
relataban hazañas de distintos santos, Santiago de la Vorágine
Arzobispo de Génova, fue su autor. Pese a considerarse falsa o tal vez
metafórica su belleza literaria perdura hasta nuestros días.
SAN JORGE Y EL DRAGON
La imagen es bella, enérgica y tiene como protagonista al único santo
montado sobre un caballo, dos seres que aúnan sus fuerzas contra otra
criatura que yace en sus últimos esfuerzos por sobrevivir al ataque.
Sin embargo no es el único, muchos relatos entrecruzan sus mitologías,
y deidades paganas. Su simbolismo perdura en cuentos de princesas prisioneras,
que son rescatadas por nobles y valientes caballeros montados. Estas historias
tienen el feliz final de la boda y un reino asegurado al valiente caballero.
Tanto en Oriente como en Occidente se repite el relato con variaciones,
no olvidemos que San Jorge proviene de la Ciudad de Capadocia.
Extraña Ciudad surcada por túneles que albergaría a criaturas de estas
características, tal vez. La versión occidental medieval comienza en una Ciudad
Silca-Silen, cuyo suministro de agua dependía de una laguna. Pero para desgracia
de sus habitantes, un día se instala en ella un dragón el hediondo animal se
alimentaba de ovejas ofrecidas a diario, mientras las devoraba los aldeanos
podían proveerse de agua. Pero llegó un momento en que no quedaron ovejas
por ofrecer. Entonces el rey decide sortear diariamente entre todos los niños de la
Ciudad, quién sería la próxima víctima. El sorteo incluía a la princesa, su única
hija, cuando la suerte decide que ella era la siguiente, pasa por el lugar un
joven y valiente caballero JORGE de CAPADOCIA.
A partir de este momento hay dos versiones, Jorge se entera del ritual y se ofrece
a derrotar al dragón a cambio de la conversión de los aldeanos al cristianismo.
Entonces Jorge mata al dragón, desposa a la princesa y todos se convierten.
Esta es la versión más desacreditada en los últimos tiempos.
Otra dice que hiere de muerte al dragón y convertido en una dócil criatura
la princesa lo ata del cuello y lo lleva a la ciudad.
Lo que perdura es que de esa sangre del dragón, brotan rosas
que Jorge le obsequia a la princesa.
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