Hoy puede ser y es el primer día del resto de mis días......pero.....si fuese
el último ? ¿ qué haría ? Supongo que todas las etapas del duelo en
fracción de minutos, desde la negación, el estupor o la ira hasta la
negociación para finalmente aceptarlo como un hecho inevitable.
Por la circunstancia que sea quedan algunas horas para pensar
en un final inminente, entonces se confunden emociones, creencias
recuerdos y en el mejor de los casos algunos replanteos
y...qué va a pasar con las personas que amo o que están a mi cuidado ?
y...adonde migrará mi alma cuando abandone este cuerpo ?
¿ de quiénes me despediría y con qué palabras ?
¿ Podría hacerlo en paz y calmadamente ?
Eligiendo en el final dar una última función para reconfortar
mi alma y la de otros que están o estarán en el mismo tránsito ?
Tal vez, o tal vez el pánico me obnubile el juicio, pero el reloj sigue
implacable imponiéndome este límite.
En casos en que el padecimiento físico es intenso, irse es una
liberación para uno mismo y para los otros...
Entonces será mejor entonar una suerte de himno, mantra o
invocación, cayendo suavemente en un sueño.
Cualquiera sea la circunstancia todos los días morimos y nos
regeneramos, nuestras células lo hacen reparando tejidos, huesos
y órganos. No hace falta llegar a enfrentarnos con esta situación
en un plano real, es una ficción, una especulación para hacer una
pregunta ¿ Qué haría con ese precioso tiempo que resta ?
¿Tiene que estar acotado por la muerte o el dolor? ¿ o puedo intentar
darle el mismo valor que le daría en esa situación ?
Este tiempo sin apremios puede ser valioso, puedo utilizarlo con
mayor sabiduría, todo depende exclusivamente del valor que quiera darle.
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