lunes, 4 de septiembre de 2017

Hígado y Primavera

A muy grandes rasgos el Qi o energía Vital según la Medicina China 
debe fluir a través de los órganos y su relación con el elemento 
correspondiente (agua, metal, tierra, madera y fuego)

Naturalmente la función de los órganos estará supeditada
entre otros factores a nuestros hábitos y alimentación,
aunque también a las edades y los ciclos del año.

Pero, ¿ qué pasa con el hígado ? entre otras cosas
es alternativamente depósito y transformador de la
sangre, sede del Espíritu durante la noche,
está ligado al elemento madera y se activa
durante la Primavera.


Si el hígado funciona bien, (salvando excepciones
esto sucede en la primera década) nos mantendremos
activos, con vitalidad, iniciativa y creatividad.
El hígado en armonía es el órgano de la
transformación por excelencia y se comporta
como la Primavera, revitalizando a los demás
órganos y cumpliendo con los ciclos vitales.

Su función de depuración fluirá a través de la
sangre, pero si los tóxicos que hay en ella son
demasiados, el hígado recurrirá a otros órganos 
como la piel, esto se ve durante la llegada
de la Primavera. Por eso aparecen alergias,
erupciones y manifestaciones en la piel,
el Qi que estuvo estancado durante el 
invierno en los órganos de reproducción
tendrá que reciclarse y circular buscando
otras vías. 


Pero cuando por alguna razón su función se
encuentra bloqueada, nos sentimos cansados,
enojados, nerviosos y confusos a la hora de
encontrar una salida.

La emoción que suele asociarse a este órgano
es la de la Ira, por eso en la antigüedad se hablaba
de personas Biliosas asociando así a la bilis con
el hígado y el enojo.

Signos a tener en cuenta

- Cansancio
- Fragilidad en uñas 
- Erupciones cutáneas
- Agruras
- Digestión lenta
- Inflamación
- Poca vitalidad
- Insomnio.
- Poca tolerancia
- Tendencia al enojo

Por eso, hoy en día circulan cantidad de fórmulas
para realizar limpiezas hepáticas pero obviamente
lo ideal es la consulta al profesional y acompañar
la limpieza con los cambios necesarios, empezando
por la alimentación, el sedentarismo y el hábito
de tolerar situaciones tóxicas.




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