martes, 4 de abril de 2017

ACAPARADORES Vs. DUELO

El acaparamiento compulsivo crece a un ritmo alarmante
en distintas geografías y niveles sociales.
Ya no es un mal que afecte al viejo de la bolsa o al
chatarrero, de hecho hay muchas mujeres acaparadoras.

La casa de un acaparador generalmente emana olores
que ahuyentan y son claramente caóticas.


Las causas al igual que el detonador de esta conducta
puede ser muy variado pero hay rasgos que son
comunes a todos.

Cada acaparador en su caos lleva un registro exacto
de lo que tiene, ya sea que se trate de objetos 
propios, donados o elegidos.

Ellos encuentran en esa geografía extraña el
lugar en donde grupos de cosas se acumulan.

Puede tratarse de libros, ropa, juguetes, álbunes 
de fotos, botellas, zapatos, etc. 

No hay límite para el acaparador que también suele
usar el patio, el jardín o la vereda para extender
una suerte de reinado fantasma, porque de esto
se trata acaparar: de fantasmas. 


Ya sea que se trate de su espacio propio o móvil
el acaparador lleva a cuestas sus memorias de
tiempos felices, registros de hechos que no puede
olvidar, perdonar o despedir.

El acaparador pone en las cosas una suerte de
ánima, las cosas que tienen cobran la vida que
tal vez otras personas han perdido.

No es intencional, pero el resultado invariable
es el aislamiento y la soledad, ya que en la 
mayoría de los casos el lugar se vuelve
insalubre e inhabitable, no hay argumento
que valga ni siquiera el de la familia cercana
que es la primera en abandonar la casa.


En muchos casos tiene que intervenir la justicia
en otros profesionales de salud mental y asistentes
sociales. En otros casos directamente la persona
tiene que ser hospitalizada a causa de su propio
abandono. Muchas veces los acaparadores
conviven con colonias de insectos o 
recurren a los gatos ya sea para compañía
o para controlar la población de ratas. 

PENSAMIENTO MAGICO

¿ Cómo definirlo ? como inherente a la condición humana, 
arcaico, vital, imprescindible, adaptable, necesario
para vivir la ilusión de controlar el destino o la salud
o los fenómenos naturales o el amor.

Cuando cruzamos los dedos y pedimos ayuda a un
Santo, estamos usando el pensamiento mágico.
Cuando creemos ver en una mancha la imagen
de una deidad o cuando decidimos no pasar bajo
una escalera, estamos haciendo presente un
miedo ancestral.


Cuando la experiencia vívida de un sueño o de una
pesadilla condiciona una decisión importante
también utilizamos este potencial.

¿ Cómo hubiese sobrevivido esta especie a tanta
incertidumbre, predadores, enfermedades, 
dolores, desastres naturales, etc. ?

El pensamiento mágico no tiene lógica pero
necesita de símbolos sagrados, oraciones, amuletos
humos, cristales, mantras o rituales.

Es tan benéfico como peligroso por eso siempre
hay que recurrir a él sin caer en fanatismos ni
en permitir que controle todas nuestras acciones.


El pensamiento mágico es la materia prima de la 
que se alimenta la fe, la devoción, las ilusiones,
los sueños y el talento creativo.

Pero como todo necesita de un sentido, una
noción de equilibrio, una ética y ser utilizado
con buenos fines.

Cuando maldecimos, cuando encendemos una
vela, cuando hacemos un ritual de abundancia
o de uniones o destrabes estamos utilizando
ese potencial tan desestimado por la ciencia
tan valioso para la parapsicología y sobre
todo para no sucumbir a la incertidumbre
de la vida. 

lunes, 3 de abril de 2017

ARTEFACTO



" esto no es un invento
para pasar el rato
no hay ningún artefacto
que sea visionario....."

GUSTAVO ADRIAN CERATI

Siempre es Hoy

Nativos digitales

Se consideran nativos digitales a aquellos nacidos desde 1990 
para acá, con la era de internet, los videojuegos, el chat, etc. etc.
 y actualmente con todas las tecnologías habidas y por haber.

Todos conocemos y sabemos que es un nativo digital,
vamos a ver algunos rasgos. No pueden prescindir de las
redes, se comunican a través de pantallas y teclados
con mucha rapidez y naturalidad.


No importan mucho las geografías, las edades ni la
condición social, ellos siempre están "conectados"

Dependen de esa tecnología y la utilizan como forma
de comunicación durante la mayor parte del día.

No reniego de los avances porque yo personalmente
también utilizo mucho internet como fuente de
información, expresión o divertimento, pero creo
que mucho se ha perdido en el camino.


El nativo digital poco o nada sabe de la magia de los
textos, de un cuento con buenas ilustraciones o del
uso de su propia mano para escribir un nombre.

La información la recibe de otras maneras abriendo
pestañas en simultáneo, copiando y pegando textos.

Ha perdido parte de su salud visual y de su movilidad
habitual, el interés por el mundo real y la noción
de un tiempo que sigue su transcurso.

No sociabiliza en persona, evita formar grupos reales
y humanos, no mira a los ojos y tampoco es demasiado
expresivo con su emoción.

Prioriza lo visual, el formato, los colores, la inmediatez.
Es sobre todo un espectador de una realidad que
tal vez no entienda o no le interese entender.

Es poco empático y hasta su forma de hablar es distinta.

¿ Qué se perdió con la tecnología ?

Para mi, se perdió gran parte de la inteligencia
emocional, la pasión, el riesgo de animarse a 
amar, defender ideas o ser espontáneo.

Se perdió mucho el vínculo entre nativos -hijos-
e inmigrantes digitales -padres, madres, abuelos-
Se abrió un abismo de no saber de qué hablar
o de no entender la forma de experimentar
la vida. Nativos e inmigrantes no entendemos
los mismos chistes, ni los mismos dramas.

A algunos nos duele a otros no les importa,
algunos no recuerdan cómo eran esos tiempos
de juntarse a hacer un picnic, jugar a las cartas
o charlar un rato, otros ni siquiera lo conocen.


Se trata de dos idiomas diferentes, no digo que
sean irreconciliables pero es difícil, sumamente
difícil crear un puente de comunicación
entre los unos y los otros.

Hemos quedado inevitablemente divididos
entre dos mundos diferentes, uno que parece
haber quedado arcaico y otro que muta
vertiginosamente a un ritmo imparable.




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