La Luna es el Arcano Mayor XVIII en el Tarot y es una de las
cartas más enigmáticas y misteriosas por la multiplicidad de
significados que tiene. La carta es oscura en un plano
central aparece un eclipse lunar emanando cierta energía
hacia la tierra. En un plano más distante dos construcciones
que evocan símbolos de Oriente y Occidente respectivamente.
En el centro de la carta hay dos cánidos, pueden ser dos
perros, un perro y un lobo en clara disputa, bajo sus patas
en el agua turbia se vislumbra un crustáceo al acecho.
El impacto que genera esta carta como respuesta a cualquier
pregunta es ambiguo, claramente hay un conflicto que por
mucho que quiera ocultarse queda expuesto.
¿ Qué significados posibles puede traer el Arcano ?
Disputas, clima tenso, discusiones o conflicto de intereses
que parecen enfrentarse.
Es necesario aprender a negociar, a conciliar las diferencias
o a aclarar los límites de cada uno. Si la respuesta tiene
que ver con una relación, se impone un tiempo de
negociar espacios, libertades individuales y responsabilidades.
Si se trata de una sociedad comercial, sería mejor la
intervención de un tercero que pueda mediar con más calma.
En otro contexto y dependiendo siempre de la pregunta y de las
cartas que acompañen la Luna invita a la reflexión y a los
replanteos, hay que reformular algunas situaciones complejas
que hace tiempo que no funcionan, con total sinceridad y
apelando a la intuición más que a la razón.
Todos tenemos conocimientos profundos de lo que es
bueno y malo, sólo que hemos aprendido a denostarlo.
La Luna invita a retomar ese saber y a darle lugar
a los pálpitos, las premoniciones, los sueños y la intuición.
En otros casos nos hablará de una sensación de amenaza
externa, de un enemigo al acecho, puede ser una carta
de advertencia cuando la pregunta acerca de la naturaleza
de alguien por conocer, un viaje o un negocio.
También es una carta que moviliza y que nos ayuda a
ver más allá de lo tangible, a conectarnos con la magia
y a interesarnos por las fuerzas ocultas del Universo.
La luna puede advertirnos acerca de un engaño, una
traición o un trabajo de brujería.
Puede expresar a veces indicios de ataques
energéticos de personas inesperadas.