El Dr. Milton ERICKSON narraba esta anécdota, ....me cuenta mi
amigo Ralph mi tía vive en Milwaukee. Tiene 52 años es soltera, tiene
fortuna propia.
Hay una sola cosa en la vida que le interesa a mi tía:
ir a la Iglesia,
en todas las ocasiones posibles, pero no ha hecho amigos
allí ni habla con nadie,
al finalizar el sermón se escabulle sigilosamente.
En los últimos 9 meses ha estado muy deprimida, un ama de llaves y una
mucama vienen todas las mañanas, se encargan de los quehaceres, la comida
y las compras.
Mi tía no hace otra cosa que leer la Biblia e ir a la Iglesia, está
peleada con mi madre
y no se hablan. Yo no puedo visitarla muy a menudo,
pero siempre la tengo
presente y sé que está profundamente decaída..
En tu próximo viaje a Milwaukee ....
¿Podrías hacerle una visita y ver qué puedes hacer por ella?
M. Erickson continúa el relato.....Un día fui a visitarla al caer la tarde,
el ama de llaves
y la mucama se habían retirado, me presenté. Ella se
mostraba
muy pasiva y le pedí
conocer la casa, me acompañó a todos los
cuartos. Miré todo con cuidado.
En un cuarto con amplios ventanales
vi tres Violetas Africanas adultas de
distintos colores, en floración, y un
macetero en el que estaba germinando otra.
Las violetas africanas son
plantas muy delicadas, se mueren al más leve descuido.
Cuando vi esas
tres macetas le dije:
Voy a darle algunas prescripciones médicas
y quiero
que las
cumpla, ¿comprende? ¿Aceptará cumplirlas?.
Aceptó pasivamente, continué: Mañana mandará a su ama de llaves a
un vivero y comprará Violetas Africanas de todos los colores que existan.
Serán sus Violetas Africanas las cuidará con esmero.
Es una orden médica.
Luego le dirá a su ama de llaves que le compre 200
macetas para regalo y 50 maceteros para cultivo y tierra fértil. Quiero que
arranque una hoja de cada una de sus Violetas Africanas y las plante en los
maceteros para que germinen nuevas violetas maduras.
Estas plantas se reproducen plantando la hoja.
Y cuando ya tenga una provisión adecuada, quiero que le envíe una a cada
bebé
recién nacido de las familias que concurren a su Iglesia.
Quiero que envíe de regalo una Violeta Africana a todas las personas de su
congregación que estén enfermas. Si una muchacha se compromete, quiero
que le envíe una Violeta Africana. Si una pareja se casa, si se produce un
fallecimiento,
enviará una tarjeta de condolencias junto con una
Violeta Africana.
Y para las ferias que organiza la iglesia…contribuirá con una o dos docenas
de Violetas Africanas para su venta.
Yo sabía que en cierto momento había llegado a tener
en su casa
200 Violetas Africanas.
Cualquier persona que deba cuidar 200 violetas africanas estará demasiado
ocupada como para deprimirse. Ella murió a los setenta y pico, después de
ser condecorada como
“La reina de las violetas africanas de Milwaukee”.
Yo la vi esa sola vez.
Tenía amigos de todas las edades. Si un chico enfermaba
recibía una hermosa
maceta con una planta, ella se convertía
en su amiga.
Los padres del chico se sentirán tan agradecidos que le pedirán a este
que vaya a agradecerle cuando mejore. Así que se mantuvo en plena
actividad
más de 20 años.
Creo que eso fue lo importante…no comprender su pasado,
ni por qué
se había quedado soltera.
Hacer algo que fuera social. Pero ella no advirtió hasta qué punto
era un asunto social, simplemente quedó atrapada.
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