Las gemas producen un tipo de vibración que varía según
sus colores y grados de pureza.
Algunas en general
Piedras rojas y anaranjadas, revitalizan, dan alegría,
vigor y son ideales para evitar o superar
estados de tristeza y melancolía.
Piedras amarillas, ayudan a esclarecer todo
lo mental, a superar estados de confusión
y duda.
Piedras verdes ayudan a calmar y a estabilizar
el sistema nervioso. Ayudan a equilibrar todo
lo que sea emocional.
Piedras azules e índigo, promueven todo lo
que sea espiritual, abren canales e
inspiran a el Yo superior.
Piedras violetas, ayudan a los procesos de
transformación. Cuando estamos atravesando
cambios debemos recurrir a estas gemas.
Ayudan a sublimar.
Todas ellas deben ser elegidas de acuerdo
a nuestros estados de ánimo y necesidades.
No olvidar que al impregnarse de nuestra
energía también deben ser limpiadas
de acuerdo a sus características,
ya sea con agua y sal, o con
los destellos del Sol y-o la Luna.