miércoles, 30 de agosto de 2017

No a la autocensura


Cierto que tenemos una boca para hablar pero dos oídos para escuchar,
con lo cual no se trata de hablar por hablar, sino de expresar lo
que sentimos, deseamos, odiamos o imaginamos.

Muchas veces por temor callamos demasiado, limitamos
el derecho a decir aquello que de todas maneras se dirá
si no es con palabras con un síntoma generalmente
un dolor de garganta, una sensación de opresión
en el pecho y hasta a veces con algunas lágrimas.
Si es así y de acuerdo a la circunstancia que sea
hay que preguntarse si vale la pena el silencio.



Porque cuando el silencio duele en algún lado es indicio
de que hay en la emoción muchas palabras por decir.
Y en este punto las mujeres más que los hombres
guardamos memorias ancestrales de dolor, de
intolerancia y de censura.

No fue hasta hace mucho (aunque en algunas culturas
persiste) que hasta la expresión de máximo placer
o de dolor puede ser condenado si viene de boca
de una mujer.

También por la misma razón se creyó y se sigue creyendo que 
ya el hecho de nacer mujer conlleva un grado de sometimiento 
y de obediencia a un mundo que sigue lamentablemente
siendo dominado en su mayoría por hombres. 

Hombres que seguimos honrando tal vez como héroes
inmortalizados en la historia o en el arte sobre los cuales
poco o nada sabemos en realidad.

Pero por cada uno de estos hombres que han trascendido
cuántas mujeres han ahogado sus gritos.


Hasta no hace mucho se decía "La mujer no tiene ni voz
ni voto", frente a lo cual vuelvo a decir a aquella lectora
ocasional..... 

No calles tu dolor, ni tu bronca, ni
creas que tus palabras no tienen valor, decí 
aquello que tengas que decir como puedas, cuando
puedas, eligiendo con inteligencia y mesura las
palabras y si por la circunstancia que sea esto
no es posible, escribilas, expresalas en un texto,
plasmalas en un lienzo o cantalas al viento.

Pero no las guardes en esos dolores
en esos síntomas que te recuerdan
que a veces el silencio no es salud.

miércoles, 16 de agosto de 2017

NOSFERATU

Término bastante extendido que se aplica al Vampiro de Transilvania,. Se trata de una palabra rumana y es un tipo particular de este ser que se alimenta con sangre. Es el hijo bastardo de una pareja, igualmente bastarda, que nació muerto. Apenas colocado bajo la tierra, se despierta y deja su tumba para nunca regresar. Visita a la gente durante la noche y para hacerlo toma distintas apariencias gato, o perro negro, escarabajo, mariposa o incluso una simple paja.

Cuando su sexo es masculino visita mujeres y en caso de ser femenino, hace otro tanto con los hombres. Gusta de participar en orgías con integrantes jóvenes, hasta que estos mueren exhaustos.
Si una mujer queda preñada de un nosferatu, tendrá un hijo espantosamente feo y cubierto de vello en todo el cuerpo. Cuando se les aparece a los recién casados, los vuelve estériles.


Inventario de Criaturas Fantásticas
Basiliscos, Aluxes, Mulánimas, Elfos y otros Seres Fabulosos.

Rosa Gómez Aquino

lunes, 14 de agosto de 2017

SUDESTADA


 ....trataba de explicar
que ya no hay vuelta atrás,
hablé, hablé de todo....


GUSTAVO ADRIAN CERATI

SIEMPRE ES HOY

lunes, 7 de agosto de 2017

NIEBLA ASESINA

Durante una jornada de frío intenso en diciembre de 1952 muchos hogares agotaron 
su carbón en estufas y quemadores en casas y fábricas. El resultado fue un acúmulo 
de smog (mezcla de smoke humo y fog niebla) que en las calles literalmente 
cobró miles de vidas.



«Estas nieblas espesas, casi sólidas, que se comen a los autobuses precedidos 
por un hombre de a pie con un hachón de resina en la mano; que apagan 
el sonido; que obligan a los "cines" a anunciar al público que "la visibilidad de 
la pantalla no pasa de la cuarta fila"; que suspende, como ocurrió 
el 8 de diciembre último una representación de La Traviata por laringitis 
súbita del tenor y de las dos sopranos y porque los coros no alcanzaban a 
divisar la batuta del maestro; que entra también en las casas y en los pulmones; 
que ensucia los muebles y ennegrece las ropas y la saliva, que se pega a los vidrios, 
a las cortinas y a los cuadros, es el azote de los cardíacos, de los asmáticos 
y de los que tienen los bronquios en la miseria y mueren. Mueren sin asistencia, 
en ocasiones, porque el médico no puede llegar a tiempo a través de "la manta" 
que reduce el horizonte a dos yardas». 

Con estas palabras un corresponsal describió al fenómeno de la Niebla 
asesina que terminó con la vida de unos 12.000 personas y con la hospitalización 
de al menos 150.000, fue considerado el peor desastre causado por un agente 
contaminante disperso en el aire que se mantiene denso y a una altura que envuelve
a los transeúntes en una trampa mortal de la que no pueden escapar. 

Ya a fines del siglo XIX a la niebla se le atribuían distintas densidades y colores 
que iban de un gris hasta un marrón, anaranjado o amarillo según sus 
componentes (hoy se sabe, nitrógeno, azufre, ácido sulfúrico, dióxido de carbono, 
etc.) aunque sigue siendo un misterio la razón por la cual el aire lejos de disiparse 
y ascender, desciende como un asesino con mayor virulencia durante ciertas 
épocas del año. Pero como sea estos y otros sucesos dieron origen a la 
Ley del Aire limpio de 1956 en la que se restringió el uso de carbón para 
uso doméstico.

Pero no siempre fue así.......

En otro tiempo la Niebla londinense fue considerada como un salutífero, es decir algo que mejoraría la salud o que incluso sería un eficaz remedio contra males como la pobreza.


Fue así que en tiempos previos a la monstruosa industrialización que caracterizó 
a Londres, hubo también "Vendedores de Humo" que atrapaban en sus frascos 
la atmósfera de barrios más ricos y lo vendían a familias pobres con la idea de 
propagar esos aires de prosperidad y abundancia a los sectores más marginados.





De esta manera se creía que si se respiraban los mismos aires que los de una familia 
adinerada la buena fortuna entraría y se extendería a quienes los inhalaran.....

Contribuyentes